Crítica de videojuego: Mirror's edge

Hola de nuevo, lectores, hoy voy a dedicar este pequeño espacio videojueguil a un título poco apreciado por lo que he podido entrever en mi entorno de amistades, conocidos y familiares, pero de una calidad ciertamente desbordante y tremendamente original. Hablemos de Mirror's Edge:




Faith corriendo por la pared cual Neo salvaje

  En Mirror's edge controlas a Faith, una chiquilla to rebeLde (disculpad el argot) que trabaja de mensajera. Pero no de mensajera tipo seur o ups, sino mensajera de una especie de "resistencia" que actúa contra las fuerzas del orden locales, totalmente opresoras. Bien, el argumento puede no parecer original, pero lo que verdaderamente lo parte es la jugabilidad. Es un juego de plataformas (sí, habéis leído bien, plataformas en una consola de última generación, yo también lo flipaba) en primera persona, lo que le añade un plus de dificultad y de emoción al juego. Algo que aprecio yo mucho es que sí, puedes utilizar armas, pero no es imprescindible.
Este juego se basa en ir huyendo saltando de un lado a otro, normalmente por rascacielos, con las caídas al vacío, el vértigo, y las posibilidades de fostiarte contra un edificio que ello conlleva. Es una delicia terminar de aprender a manejar el juego de una maldita vez y ver como bailas, literalmente, por paredes, suelos, barras, esquinas, cabezas de enemigos y demás puntos de parkour.
Yo tuve la experiencia de jugarlo en pc, aunque supongo que tal y como sucede en títulos parecidos, será más cómodo de manejar en una consola como tal. De nuevo, controles sencillos de aprender pero difíciles de dominar.
Ah, y los contrarrelojes pican MUCHÍSIMO.
Un placer, señores.

Ruly Pufcomiquero