jueves, 19 de julio de 2012

Los bolígrafos

La mayoría de los bolígrafos están deprimidos. Sus dueños los abandonaron poco después de nacer, consciente o inconscientemente, y ellos han perdido la esperanza de volver a encontrarlos.

Una de las razones por las que un bolígrafo cambia de dueño, es por la confianza que tiene ese dueño con otra persona. Confianza de dejarle su propio bolígrafo. Es como:

- ¿Me dejas coger a tu hijo?
- Sí, toma.

Y que salga corriendo con el niño. Pobre bebé bolígrafo... No tuvo tiempo para acostumbrarse a su dueño, y va y le secuestran. A veces se lo dejas a alguien y te vas sin él. Lo buscas, lo buscas, y no lo encuentras. Bebé Bolígrafo llorando, y tú sólo piensas en sustituirle por otro.

Los bolígrafos rojos y verdes son esos que sólo usas cuando estás en el colegio/instituto/universidad. Luego los abandonas en un cajón y hasta más ver. ¿No habéis pensado en cómo se sentirán esos bolígrafos? Tan inútiles... Además luego se secan; agonizan.

Esa es otra razón de abandono: cuando un bolígrafo se seca. Él intenta escupir algo de tinta con las pocas fuerzas que le quedan, y algo sale, pero no lo suficiente... Sólo tose. Entonces al dueño se le ocurre el invento de la zapatilla, el de rascar el boli hasta que pinte. Hay quienes han llegado a quedarse sin zapatilla de tanto rascar. Y sin pie. Después de quedarte sin zapatilla y/o pie, miras a ver si funciona Bebé Bolígrafo. Si no funciona, aún está la opción de soplarlo por si acaso, pero como no funcione... ese bolígrafo va a tener un trágico final.

Después están los bolígrafos con problemas de vejiga. Se les escapa la tinta, tú te enfadas porque te han manchado las manos y los tiras a la basura en vez de mimarlos hasta que mejoren.

Hay una razón más para el abandono de bolígrafos, y esta vez no es culpa del bolígrafo, sino del dueño. Los dueños castores, así les llamo yo. Empiezan a morder el bolígrafo por arriba hasta que sólo queda la mina, y ahí los tiran para hacer lo mismo con otro bolígrafo. A eso se le llama tortura, y esas personas deberían ser sancionadas.


Aún nos queda tiempo para disculparnos ante nuestros bolígrafos, porque si no lo hacemos, algún día vendrán del Más Allá, desde el cielo de los Bebés Bolígrafo, a hacernos lo mismo que un día nosotros les hicimos a ellos.

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